La señora no se anda con rodeos. En cuanto tuvo la oportunidad, me desnudó y me metió mi polla hasta el fondo de su garganta para una mamada maravillosa, profunda y salivante. Su deseo era incontrolable, lo devoraba con gusto, y de vez en cuando levantaba la vista para mirarme a los ojos con expresión desafiante, y salivaba mi polla con delicada obscenidad, mientras yo la embestía con mi polla en la cara como para recordarle que tenía que portarse bien.
Fecha: 28-10-2025 16:44:01
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trivialo
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Informe falso (FAKE)