Para humillar a mi esposa, la desnudé por completo en un almacén con ventanas arqueadas que daban a una acera milanesa. La vieron desde fuera y ella intentó agacharse. La hice levantarse porque quería que la vieran bien desde fuera. Unos transeúntes, al verla, le pidieron que abriera el coño. Me preguntó qué tenía que hacer... La obligué a abrir el coño y mirarlos a los ojos. ¡Estaba avergonzada!
Fecha: 15-07-2025 11:59:09
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soniaschiava
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Informe falso (FAKE)